Este tema se trató en la parte de Sociología de la asignatura en forma de trabajo en el que se hacía una especie de encuesta por la red a un número de personas (válida a partir de las 30 personas) y éstas contestaban.
Posteriormente de sus respuestas, se hacía un profundo análisis en el que se podía observar la influencia que tienen las redes sociales y otros apartados de Internet entre la gente y la confianza que crea todo lo que tiene que ver con la red en general.
Ya se ha tratado en otra entrada, pero quizá esta es más reflexiva mientras que la otra es más descriptiva acerca del formulario que se realizó. Además esta incluirá contenidos que la otra no tiene.
Esta es la conclusión que saqué del estudio que hice:
Comenzaré diciendo que en general, la inmensa mayoría de las
personas que manejan Internet son desconfiadas con la información que le
proporciona la red, ya sea por temática
o por miedo al acceso a su privacidad. Posiblemente casi toda la
colectividad que haya votado en la
primera pregunta que no se fía de los contenidos de la red, habrá sido
desconfiado en el resto de preguntas.
También se ha visto, que esa desconfianza, no incluye el uso
que ellos mismos hacen de Internet, sino que viene creada por los usuarios
externos excluyéndose ellos mismos prácticamente en todas las ocasiones. Es
decir, se piensa que ellos ni hacen daño a nadie ni se lo hacen a sí mismos,
pero si se especula con que los demás que agregan información o la recogen
pueden ir a hacerlo con ellos. Por tanto, esto conecta con la idea de que
existe un “miedo” a que sus datos queden registrados ya que se pueden utilizar
contra ellos.
Una tercera conclusión que se puede sacar por los datos que
se manejan en las gráficas, y que aúna las dos anteriores es que cuando más
personal o privada puede ser la información que llegue hasta ellos (correo
electrónico, registro de datos,…) más desconfianza crea entre aquellos que han
valorado el formulario mientras que si es una información más general y “al
alcance de todos” la desconfianza disminuye. Como ya he dicho, y está claro,
aúna las dos anteriores, es decir, la información más particular que les llega
es información por una parte y privada por otra, y puesto que hemos dicho que
las dos generan una inquietud entre las personas es lógico pensar que su
susceptibilidad frente a ella será mayor.
Y una cuarta y última conclusión, o más bien, pregunta que me
hago es que si tanta desconfianza crea la información que se contempla en la
red, ¿porqué se sigue consultando tanto? Pues bien para mí la respuesta es
sencilla, por una parte la curiosidad que suscita el investigar sobre algunos
temas que les son, o nos son, puesto que me incluyo, de gran interés. Por la
otra, la comodidad o facilidad que nos da el acceso hasta esa información. Por
tanto, de aquí se puede derivar una última conclusión que es que la facilidad
para acceder a cierta información que nos proporciona la red, supera a la desconfianza que nos crea esa
misma información y se deriva en la preferencia de caer en el equívoco sobre un
temario en concreto sobre la investigación y el análisis en otras fuentes
supuestamente más fiables.
Para terminar decir, que si se debe resumir todo lo expuesto
anteriormente y responder a la pregunta que plantea el formulario, confianza en
la red, la respuesta se puede resumir en dos simples palabras: muy poca.
Como se puede observar, los resultados fueron que muy concluyentes. La confianza que se tiene en lo que se busca por cuenta propia y lo que se recibe por medio de la red es mínima, por lo que esto abre otras preguntas dentro de esta materia y en relación a las redes sociales como ¿Son fiables las conexiones que se establecen por las redes sociales? o ¿Hasta que punto podemos fiarnos de las personas desconocidas que hay en las redes sociales?
Pues bien, creo que las personas tendemos a separar ciertos aspectos. Si hay algo que nos hace ser felices en cierta medida, nos aferramos a ello y no pensamos o no queremos pensar en la fiabilidad que tiene ese aspecto. Quizá eso ocurra con las personas que se centran tantos en sus amistades o relaciones por la red, que no piensan en que en realidad este es un medio secundario de comunicación, ya que según mi parecer la verdadera se debe hacer en el cara a cara, y mucho menos en si esas personas que se encuentran al otro lado de la pantalla y de las que no se tiene ningún conocimiento más allá que la ciega fe de creer lo que nos cuentan son fiables o no.
Supongo que la respuesta es que hay que creer en algo y en muchos casos esta es la opción.